Historia de la Sal Rosa del Himalaya
Descubra la fascinante historia detrás de la Sal Rosa del Himalaya, un tesoro natural con numerosos beneficios para la salud y el bienestar. Sumérjase en la rica tradición de este producto milenario y aprenda cómo puede mejorar su calidad de vida incorporándolo en su dieta diaria.

La sal rosa del Himalaya es un tipo de sal que se ha ganado popularidad en todo el mundo no solo por su distintivo color rosado, sino también por las propiedades que se le atribuyen en comparación con la sal común de mesa. Se extrae principalmente de la provincia de Punjab en Pakistán, en las minas de sal de Khewra, las cuales son algunas de las más antiguas y grandes del mundo. La formación de esta sal se remonta a hace más de 250 millones de años, cuando el movimiento de placas tectónicas atrapó el antiguo mar bajo una gran masa terrestre. A lo largo de milenios, el mar se secó dejando tras de sí vastos depósitos de sal. Las condiciones geológicas únicas y el proceso de cristalización bajo tierra hace que esta sal se enriquezca con diversos minerales.

La extracción de la sal rosa del Himalaya se realiza de manera artesanal. Los métodos tradicionales utilizados aseguran que los cristales de sal se mantengan lo más puros posible. A diferencia de la sal de mesa, que a menudo se purifica y se le añaden agentes antiaglomerantes o se le yoda, la sal de Himalaya se vende en su estado más natural posible, a menudo en forma de grandes cristales que son molidos justo antes de su uso. En los mercados internacionales, su autenticidad y pureza son elementos atractivos que han capturado la atención no solo de los chefs y gastronomistas, sino también de quienes buscan mejorar su salud mediante el uso de alimentos más saludables.

Históricamente, la sal del Himalaya ha jugado un papel significativo en el comercio y la economía de la región. Desde tiempos inmemoriales, los pueblos locales han utilizado esta sal no solamente como condimento y conservante de alimentos, sino también en ceremonias y rituales espirituales. Durante siglos, ha sido un bien valioso transportado a lo largo y ancho de Asia en rutas de comercio. En la época de la colonización británica, la mina de Khewra fue expandida, y se construyeron nuevas infraestructuras para aumentar la extracción y exportación de la sal. Hoy en día, sigue siendo un recurso económico vital para Pakistán, pues no solo es demandada localmente, sino que se exporta a nivel mundial, alcanzando mercados en América, Europa y otras partes de Asia donde los consumidores buscan productos más naturales y menos refinados que la sal blanca de mesa tradicional.
En el ámbito de la salud y el bienestar, la sal rosa del Himalaya ha sido promocionada por sus beneficios potenciales. Se cree que, debido a su composición mineral cambia la manera en que se metaboliza dentro del cuerpo, ofreciendo una amplia gama de beneficios, desde la mejora de la digestión hasta la mejora de la calidad del sueño cuando se utiliza en lámparas de sal que liberan iones negativos al calentarse. Sin embargo, es importante mencionar que, aunque muchos de estos beneficios son ampliamente discutidos, la evidencia científica que los respalda no siempre es concluyente. Lo que sí es incuestionable es el atractivo visual que representa en el mundo culinario, al utilizarse como un toque estético y gourmet en platos de alta cocina. Además, su singularidad y el aura mística que rodea su origen hacen de la sal rosada del Himalaya sea un producto único.